Los niños son uno de los colectivos que con más frecuencia visitan un consultorio médico. A su alrededor se usan palabras de la medicina que no siempre entienden adecuadamente, pero a partir de esas palabras construyen imaginarios que influirán en su manera de ver y entender la salud y la enfermedad en la actualidad y en su futuro.
Estos términos les puede causar problemas de incertidumbre, de angustia, de imaginarios e incluso de falsas creencias. A menudo los niños y niñas, también los muy pequeños, preguntan o/y se preguntan) sobre el significado de palabras médicas: ¿qué es un cáncer?, ¿qué debe ser un virus? ¿para qué sirve un radiografía?, ¿de qué color es nuestro cerebro?, ¿qué será exactamente una vacuna?, ¿es lo mismo un constipado que una gripe?, ¿qué significa otitis?... Trabajar el vocabulario de las ciencias de la salud con y para los niños es una tarea prioritaria desde las primeras etapas de la enseñanza.
El proyecto parte, pues, de un problema concreto: el hecho de que los niños desconocen o conocen solo en parte palabras sobre su salud que oyen a padres y profesionales de la salud. Con el significado de esas palabras de la medicina los niños construyen realidades que tienen consecuencias sociales y psicológicas, y activa sus imaginarios que pueden ser perversos, angustiantes y estigmatizantes si no se entienden correctamente.
Jugando a definir la ciencia de manera colaborativa: construyendo un diccionario de palabras de medicina hecho por y para niños y niñas
Los objetivos principales del proyecto son:
El proyecto se caracteriza por un enfoque participativo e inclusivo de los colectivos implicados: niños y niñas de primero a cuarto de primaria, padres, maestros y profesionales de la salud.
Los destinatarios diana del diccionario son en primer lugar los niños y niñas de 5 a 10 años, pero también sus familiares, maestros y profesionales de la salud que los tratan. Los materiales podrán usarse en casa, en la escuela y en la sala de espera de consultas médicas.
La metodología para realizar este trabajo es innovadora y se puede definir por ser interactiva, colaborativa y acumulativa. La metodología que se utiliza en este proyecto ha sido testada previamente en el marco del proyecto Jugando a definir la ciencia (I) y se ha explicado en la revista Enseñanza de las ciencias (Estopà, 2014).
Más concretamente se sigue un proceso de construcción-deconstrucción-construcción que se sintetiza en las siguientes fases:
La metodología acumulativa y colaborativa utilizada, basada en un corpus de definiciones de niños para construir el diccionario es adecuada: primero construir, después deconstruir, y, finalmente, volver a construir.
Los resultados de este proyecto suponen soluciones científicas, que han tenido en cuenta en todo momento la adecuación a su destinatario, es decir, a los niños:
Actualmente estamos todavía en vía de desarrollo del proyecto. Tenemos todos los materiales recogidos, es decir un corpus de explicaciones de 3000 niños yniños, un corpus de dibujos sobre conceptos médicos.
Este proyecto tiene como antecendentes diversas iniciativas que pueden consultarse en: http://defciencia.iula.upf.edu/
Este proyecto tiene el valor añadido de formar parte de un proyecto más amplio Jugando a definir la ciencia que ya ha producido muchos materiales innovadores y que ha comprovado que la metodología utilizada es innovadora y exitosa. Existen diversos experimentos publicados que demuestran que los niños aumentan su vocabulario y su saber sobre una materia utilizando los materiales creados como complemento.
El aspecto más innovador es la construcción de materiales para trabajar el léxico especializado para niños y niñas muy pequeños (primera etapa de la escolarización) con su conlaboración, a partir del pensamiento compartido de un gran colectivo de escolares.
Las pruebas experimentales muestran que los niños entienden mejor las explicaciones y los dibujos de sus pares. Ninguna explicación está construida por un solo niños pero entre todo el pensamiento de un colectivo construimos una definición más adecuada.
Los expertos en didáctica de la ciencia defienden que trabajar en el léxico de maneres diferentes, también lúdicamente, es básico para que el pensamiento científico posterior sea sólido.
Participan en este proyecto 7 escuelas durante tres años escolares. En total participaran en el proyecto 1000 niños y 50 maestros.
También contamos con el asesoramiento de pediatras del Colegio de médicos de Girona e investigadores en medicina.
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Total: 313
Con las puntuaciones obtenidas en la fase de redes sociales, el jurado hará la valoración final de las iniciativas y determinará los proyectos ganadores.